Hormonas por el aire.
La educación sexual es fundamental para el desarrollo integral de niños y adolescentes, ya que les proporciona información adecuada, científica y libre de prejuicios sobre su cuerpo, sus emociones y las relaciones interpersonales. Este tipo de educación no solo abarca aspectos biológicos, como la reproducción y los cambios físicos, sino también temas como la prevención de enfermedades de transmisión sexual, el consentimiento, la autoestima y el respeto hacia los demás. Enseñar sobre sexualidad de manera abierta y respetuosa ayuda a los jóvenes a tomar decisiones informadas, reducir riesgos y construir relaciones saludables basadas en el respeto y la comunicación. Además, fomente la aceptación de la diversidad y les capacite para enfrentar las presiones sociales con confianza. Es responsabilidad compartida de familias, escuelas y la sociedad crear un entorno seguro y educativo donde los adolescentes puedan aprender sobre sexualidad sin tabúes ni desinformación.